La cepa Carignan fue originalmente traída a Chile desde el sur de Francia en los inicios del siglo XX, plantándose en el secano interior del Valle del Maule principalmente. Quedando menos de 1.000 hectáreas plantadas de esta variedad en Chile, la mayoría de sus productores son representantes de la agricultura campesina que buscan perseverar las tradiciones de sus antepasados. Cuando no recibe irrigación, la planta logra un equilibrio, se obtienen menos rendimientos, y puede entregarnos uva con mayor concentración y gran calidad. El Carignan nos entrega vinos con mucho carácter, de color violáceo brillante, alta intensidad de frutos rojos y hierbas secas, y con una gran acidez.

CARIGNAN

CINSAULT

El Cinsault es una variedad tinta originaria del sur de Francia y es parte esencial del patrimonio vitivinícola del valle de Itata. A Chile llegó tras la tragedia del terremoto de Chillán, que afectó a las zonas agrícolas cercanas, y debido al cuál esta variedad fue importada para que sirviera como complemento a los vinos hechos con uva País. En un inicio el Cinsault se plantó en las zonas más frescas y costeras del Valle de Itata, en las colinas tan características de esta zona. De sus uvas se obtienen vinos de color rojo vivo, muy afrutados y con notas especiadas, que se caracterizan por ser suaves, jugosos en boca y fáciles de beber.

La variedad Pais nos ha acompañado desde el inicio de la historia de Chile. Llegó a nuestro país en el siglo XVI, proveniente de España. Es una uva tinta, vigorosa, extremadamente tolerante a la sequía, y que se cultiva en cabeza, sin alambres, creciendo libremente y muchas veces de manera orgánica. En gran parte, nuestra historia vitivinícola se forjó gracias a esta variedad. Con sus casi diez mil hectáreas plantadas en Chile es la cepa patrimonial por excelencia y la gran mayoría se encuentran en los valles de Maule, Itata y Bio-Bio. De sus uvas se obtiene un vino de color rojo claro, con alta intensidad de frutos rojos, muy suave y jugoso en boca.

PAIS

MOSCATEL

El Moscatel de Alejandría o Moscatel fue una de las primeras variedades blancas plantadas por los españoles en Chile. Se plantaron originalmente en la costa del Valle de Itata y en los alrededores de Concepción. Gracias a su rusticidad y buena adaptación al secano interior, las parras viejas de Moscatel ha permanecido por cientos de años. Sus racimos tienden a ser de gran tamaño, con bayas elípticas, grandes, y con una piel de grosor medio. Su cultivo suele ser en pequeñas laderas, a baja altura para lograr así que una mejor maduración de la uva. Los vinos elaborados de esta cepa poseen un perfume florar característico.

CARIGNAN

La cepa Carignan fue originalmente traída a Chile desde el sur de Francia en los inicios del siglo XX, plantándose en el secano interior del Valle del Maule principalmente. Quedando menos de 1.000 hectáreas plantadas de esta variedad en Chile, la mayoría de sus productores son representantes de la agricultura campesina que buscan perseverar las tradiciones de sus antepasados. Cuando no recibe irrigación, la planta logra un equilibrio, se obtienen menos rendimientos, y puede entregarnos uva con mayor concentración y gran calidad. El Carignan nos entrega vinos con mucho carácter, de color violáceo brillante, alta intensidad de frutos rojos y hierbas secas, y con una gran acidez.

CINSAULT

El Cinsault es una variedad tinta originaria del sur de Francia y es parte esencial del patrimonio vitivinícola del valle de Itata. A Chile llegó tras la tragedia del terremoto de Chillán, que afectó a las zonas agrícolas cercanas, y debido al cuál esta variedad fue importada para que sirviera como complemento a los vinos hechos con uva País. En un inicio el Cinsault se plantó en las zonas más frescas y costeras del Valle de Itata, en las colinas tan características de esta zona. De sus uvas se obtienen vinos de color rojo vivo, muy afrutados y con notas especiadas, que se caracterizan por ser suaves, jugosos en boca y fáciles de beber.

PAIS

La variedad Pais nos ha acompañado desde el inicio de la historia de Chile. Llegó a nuestro país en el siglo XVI, proveniente de España. Es una uva tinta, vigorosa, extremadamente tolerante a la sequía, y que se cultiva en cabeza, sin alambres, creciendo libremente y muchas veces de manera orgánica. En gran parte, nuestra historia vitivinícola se forjó gracias a esta variedad. Con sus casi diez mil hectáreas plantadas en Chile es la cepa patrimonial por excelencia y la gran mayoría se encuentran en los valles de Maule, Itata y Bio-Bio. De sus uvas se obtiene un vino de color rojo claro, con alta intensidad de frutos rojos, muy suave y jugoso en boca.

MOSCATEL

El Moscatel de Alejandría o Moscatel fue una de las primeras variedades blancas plantadas por los españoles en Chile. Se plantaron originalmente en la costa del Valle de Itata y en los alrededores de Concepción. Gracias a su rusticidad y buena adaptación al secano interior, las parras viejas de Moscatel ha permanecido por cientos de años. Sus racimos tienden a ser de gran tamaño, con bayas elípticas, grandes, y con una piel de grosor medio. Su cultivo suele ser en pequeñas laderas, a baja altura para lograr así que una mejor maduración de la uva. Los vinos elaborados de esta cepa poseen un perfume florar característico.