Quienes están detrás de las uvas de donde nacen CRAZY ROWS son fiel  reflejo del esfuerzo de miles de pequeños productores, quienes, a lo largo de Chile, se esfuerzan por seguir cultivando sus parras viejas, rebosantes de un legado vitícola único. Dicho esfuerzo no podrá mantenerse en los años venideros sin el apoyo de bodegas como BISQUERTT, que buscan potenciar en Chile y el mundo el reconocimiento de dichas cepas y los vinos que puedan producir.

Cada uno de los vinos de CRAZY ROWS son en hechos con uvas provenientes de las llamadas “Cepas Patrimoniales” de Chile, que corresponden a variedades que llegaron a nuestro país hace muchísimos años, algunos como la cepa PAIS hace más de cinco siglos desde la época de la colonia española. En Chile, los viñedos de estas variedades se caracterizan por ser de muy larga data, plantados en cabeza -es decir, sin estructura de alambres y palos que los soporte- y en condición de secano, que no reciben riego. Son viñedos generalmente de pequeñas superficies, laborados por pequeños productores que mantienen las tradiciones de sus antepasados.